Estrategias concretas para delegar efectivamente
- Antonella Giannini
- 19 nov 2024
- 4 Min. de lectura
Delegar es un arte que, bien dominado, transforma la manera en que lideramos y nos conectamos con nuestro equipo.
¿Qué es delegar?
Delegar es transferir tareas, responsabilidades o decisiones a otras personas, permitiéndote enfocarte en lo que realmente importa. No es abandonar tareas; es empoderar a otros para que crezcan y tomen el control con tu guía inicial.

6 Estrategias concretas para delegar
Evalúa tus tareas: Identifica qué puedes delegar. Enfócate en lo que no requiere tu expertise única o consume demasiado tiempo.
Conoce a tu equipo: Identifica las fortalezas, debilidades (o áreas de mejora) e intereses de cada miembro para asignar tareas según sus habilidades y cargas de trabajo.
Establece expectativas claras: Define el objetivo, el tiempo límite y el resultado esperado antes de delegar.
Proporciona recursos y autoridad: Asegúrate de que la persona tenga lo necesario para cumplir la tarea y pueda tomar decisiones.
Confía y supervisa sin microgestionar: Da libertad para actuar, pero mantén puntos de control para asegurar el progreso: reuniones de avances, pre entregas, presentaciones.
Ofrece feedback: Asegúrate de reconocer un trabajo bien hecho y da sugerencias constructivas si hay áreas de mejora.
Plan paso a paso para empezar a delegar
Haz un inventario de tus tareas:
Lista todo lo que haces en una semana.
Marca las tareas que no requieren tu atención personal.
Clasifica las tareas delegables:
Urgente, pero no crítica: Ideal para empezar.
Repetitiva: Fácil de explicar y delegar.
Formativa: Tareas que ayudan al desarrollo del equipo.
Selecciona a la persona adecuada:
Escoge según habilidades, debilidades, interés y carga de trabajo.
Define claramente:
Qué: Describe el objetivo y el resultado esperado.
Cómo: Explica los pasos si son necesarios, pero deja margen para creatividad.
Cuándo: Fija plazos claros.
Entrega herramientas y autonomía:
Proporciona acceso a recursos, datos y contactos necesarios.
Establece puntos de revisión:
Define reuniones breves para revisar el progreso y ajustar si es necesario.
Evalúa y ajusta:
Una vez completada la tarea, analiza cómo fue la experiencia de delegar. Ajusta según los aprendizajes.
Incrementa el volumen:
Comienza con una o dos tareas pequeñas por semana y luego amplía según te sientas más cómodo.
Lo más importante al momento de delegar:
Divide el proceso en 3 partes simples:
Identificar: ¿Qué puedo delegar?
Asignar: ¿A quién y cómo se lo explico?
Supervisar: ¿Cómo me aseguro de que se logre sin microgestionar?
Asegúrate de responder estas 4 preguntas:
El qué: Qué necesitas que hagan y por qué es importante.
El cómo: Cómo esperas que lo hagan (si es necesario especifica los detalles).
El cuándo: Cuándo debe estar listo.
Puntos de control: Cuándo revisarás el progreso.
¿Listo? Vamos a lo práctico y atréve con esta tarea para delegar!
Paso 1: Identifica tu primera línea de trabajo
Quiénes son:Haz una lista de las personas clave con las que trabajas directamente. Esto incluye a quienes ya te reportan y a colaboradores frecuentes de otros equipos.
Paso 2: Crea un perfil profesional básico para cada uno
Para cada persona, define:
Fortalezas:
¿En qué sobresalen?
Ejemplos: análisis de datos, comunicación, creatividad, organización.
Intereses:
¿Qué les motiva profesionalmente?
Ejemplos: quieren aprender liderazgo, dominar una nueva herramienta, o buscan más autonomía.
Debilidades o áreas de mejora:
¿Qué tareas les cuestan o están fuera de su zona de confort?
Ejemplo: les falta experiencia en negociación, uso de una herramienta, o manejo de conflictos.
Tip: Si no sabes todas estas respuestas, ¡pregúntales! Una conversación rápida tipo "¿Qué área de tu trabajo te gustaría explorar más o dónde te sientes más fuerte o confiado?"
Columnas:
Nombre: El nombre de la persona del equipo.
Fortalezas: Sus habilidades principales, en lo que sobresalen.
Debilidades (o áreas de mejora): Sus errores más frecuentes.
Intereses: Áreas que les motivan o en las que les gustaría desarrollarse.
Áreas de mejora: Habilidades o conocimientos que necesitan reforzar.
Tareas ideales para delegar: Actividades que encajan con su perfil según las tres categorías anteriores.
Paso 3: Usa este perfil para delegar estratégicamente
Basándote en el perfil, distribuye las tareas según:
Fortalezas: Dales cosas donde brillen; será rápido y eficiente.
Intereses: Asigna tareas que les reten y motiven.
Debilidades (o áreas de mejora): Dales algo pequeño que puedan practicar sin grandes riesgos, como un proyecto guiado.
Ejemplo práctico de delegación:
Persona A: organizada, quiere aprender liderazgo, pero es nueva en el equipo.
Tarea: coordinar reuniones pequeñas y asignar follow-ups.
Persona B: creativa, interesada en comunicación, pero evita números.
Tarea: diseñar presentaciones y resúmenes visuales para un proyecto.
Persona C: experto en datos, motivado por resolver problemas técnicos, pero le falta paciencia para trabajos administrativos.
Tarea: liderar la implementación de una nueva herramienta, pero no supervisar detalles.
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