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Meditación o Mindfulness: La vida de uno siempre es ahora

  • Antonella Giannini
  • 22 feb 2021
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 4 mar 2021

La realidad de la vida de uno siempre es ahora. Darse cuenta de esto, es liberador. Sin embargo, pasamos la mayor parte de nuestra vida olvidando esta verdad -pasándola por alto, esquivándola, rechazándola: pensando en el futuro o cuestionándonos las acciones y comportamientos pasados-.

La meditación o el mindfulness no tiene nada de esotérico. Se trata sencillamente de un estado de atención clara, ajena a juicios y concentrada en el contenido que aparece en tu mente y cuerpo, tanto si este contenido es agradable como si no lo es. Es una técnica que lo único que requiere es que prestemos la máxima atención al flujo de experiencias que ocurre en todo momento.


Beneficios del Mindfulness

  • Mejora la función cognitiva e incluso produce cambios en la densidad de la materia grís en las regiones cerebrales relacionadas con el aprendizaje y la memoria, la regulación emocional y la autoconciencia.

  • Disminuye el dolor, la ansiedad, la depresión, la neurosis y la reactividad emocional.

  • Mayor regulación del comportamiento y ha demostrado ser prometedora en el tratamiento de las adicciones y en los trastornos de alimentación.

  • Mejora la función inmune y la presión sanguínea.

  • Practicar meditación compasiva aumenta la empatía, medida a través de la habilidad para juzgar correctamente las emociones de otros, así como el efecto positivo en presencia del sufrimiento.

No es sorprendente que la práctica esté asociada a un mayor bienestar subjetivo.


Esta práctica significa interrumpir el proceso de rumiación y reactividad emocional que a menudo nos hace sentir en un gran conflicto con nosotros mismos y los demás. La meditación es sencillamente la capacidad de detener el sufrimiento en muchas de sus formas corrientes, aunque sólo sea durante pocos momentos cada vez.


¿Cómo no va a ser esta una habilidad que vale la pena cultivar?

Al principio de la práctica de la meditación, no está muy clara la diferencia entre la experiencia ordinaria de meditar y lo que uno considera "mindfulness", y hace falta un poco de entrenamiento para distinguir entre los pensamientos y ver los pensamientos como lo que son. En este sentido, aprender a meditar es exactamente igual que aprender cualquier otra habilidad: requiere práctica y consistencia.


Si al lector le parece que prestar atención a la respiración, a las sensaciones corporales, al flujo de pensamientos o a la naturaleza de la conciencia le crea ansiedad, le pido que consulte con un psicólogo (como yo) o un psiquiatra antes de empezar la práctica recién descrita.


Te invito a revisar mi blog de ¿Cómo meditar? en el cual encontrarás una guía práctica para comenzar a desarrollar esta habilidad.


Fuente: Despertar. Sam Harris.

 
 
 

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